domingo, 28 de julio de 2013

canciones infantiles

canción abecedario

Letra de la canción del abecedario:

Qué cosas comienzan con A, aguacate y avión.
Qué cosas comienzan con B, bañador y balón.
Qué cosas comienzan con C, caracol y camión.
Qué cosas comienzan con D, dado, dedo y decisión.+
Qué cosas comienzan con E, elefante y empujón.+
Qué cosas comienzan con F, foco, foca y frijol.
Qué cosas comienzan con G, gato gorra y gorrión.
Qué cosas comienzan con H, hielo y habitación.
Qué cosas comienzan con I, Iris indio e inyección.
Qué cosas comienzan con J, jarra joya y jamón.
Qué cosas comienzan con K, kilo y karate-kid.
Qué cosas comienzan con L, lagartija y limón
A E I O U
Ba be bi bo bu
Ca ce ci co cu
Da de di do du
A E I O U
Ba be bi bo bu
Ca ce ci co cu
Da de di do du
Qué cosas comienzan con M, mermelada, madre y mano.
Qué cosas comienzan con N, naricita y naranja.
Qué cosas comienzan con Ñ, ñandú y ñoñería.
Qué cosas comienzan con O, ojo, once y oración.
Qué cosas comienzan con P, panadero y pantalón.
Qué cosas comienzan con Q, queso, quinto y quemadura.
Qué cosas comienzan con R, rebanada y requesón.
Qué cosas comienzan con S, sapo, sopa y solución.
Qué cosas comienzan con T, tela, tigre y tiburón.
Qué cosas comienzan con U, uva, una y unión.
Qué cosas comienzan con V, vaca, verde y vision.
Qué cosas comienzan con W, Wiskhy Wasingthon y water
A E I O U
Ba be bi bo bu
Ca ce ci co cu
Da de di do du
A E I O U
Ba be bi bo bu
Ca ce ci co cu
Da de di do du
Qué cosas comienzan con X, xilófono tocando
Qué cosas comienzan con Y, yema yegua yunque y yodo.
Qué cosas comienzan con Z, zueco zorro y zurrón.
Y con esta última letra acabamos la canción





  
 
Cancion cu cu rana

Letra de la canción Cu cú cantaba la rana

Cu cú, cu cú
Cu cú, cu cú

Cu cú cantaba la rana
Cu cú debajo del agua.

Cu cú pasó un caballero
Cu cú con capa y sombrero.

Cu cú pasó una señora
Cu cú con traje de cola.

Cu cú pasó un marinero
Cu cú vendiendo romero.

Cu cú le pidió un ramito.
Cu cú no le quiso dar.
Cu cú y se echó a llorar

Canción un elefante

Letra de la canción de Un elefante se balanceaba

Un elefante se balanceaba
sobre la tela de una araña
Como veía que no se caía
fue a buscar otro elefante.

Dos elefantes se balanceaban
sobre la tela de una araña
Como veían que no se caían
Fueron a buscar otro elefante

Tres elefantes se balanceaban
sobre la tela de una araña
Como veían que no se caían
fueron a buscar otro elefante,
etc, etc.......





Canción el patio de mi casa

Letra de la canción de El patio de mi casa

El patio de mi casa
es particular.
Cuando llueve se moja
como los demás.
Agáchate,
y vuélvete a agachar,
que los agachaditos
no saben bailar.

Hache, I jota, ka
ele, elle, eme, a,
que si tú no me quieres
otro amante me querrá.
Hache, I jota, ka
ele, elle, eme, o,
que si tú no me quieres
otro amante tendré yo.
Chocolate, molinillo
corre corre, que te pillo
A estirar, a estirar
que el demonio va a pasar.





Canción la pequeña araña 

Letra de la canción de La pequeña araña
 

La pequeña araña
subió, subió, subió
vino la lluvia
y se la llevó.

Salió el sol
y todo lo secó
y la pequeña araña
subió, subió, subió.






 

juegos infantiles

Estaba la rana sentada
cantando debajo del agua.
Cuando la rana
se puso a cantar,
vino la mosca
y la hizo callar.

La mosca a la rana,
que estaba sentada
cantando debajo del agua.
Cuando la mosca
se puso a cantar,
vino la araña
y la hizo callar.

La araña, a la mosca,
la mosca a la rana
que estaba sentada
cantando debajo del agua.
Cuando la araña
se puso a cantar,
vino el pájaro
y la hizo callar... etc., etc.
 


 Los pollitos dicen,
pío, pío, pío,
cuando tienen hambre,
cuando tienen frío.

La gallina busca
el maíz y el trigo,
les da la comida
y les presta abrigo.

Bajo sus dos alas
se están quietecitos,
y hasta el otro día
duermen calentitos.
 



 Cú cú, cú cú,
cú cú, cú cú.

Cú cú cantaba la rana.
Cú cú debajo del agua.

Cú cú paso un caballero.
Cú cú con capa y sombrero.

Cú cú paso una senora.
Cú cú con traje de cola.

Cú cú paso un marinero.
Cú cú vendiendo romero.

Cú cú le pidio un ramito.
Cú cú no le quiso dar.
Cú cú y se echo a llorar.


El patio de mi casa
es muy particular
se moja y se moja
igual que los demas

agachate y vuelvete
a agachar con una agachadita
ya sabes jugar

bate bate chocolate con
harina y con tomate
 

Rondas infantiles


EN EL CIRCO
En el circo quiero estar, con mamá y papá, los payasos quiero ver, con sus caras de pastel. Salta, salta el payaso Salta, salta sin parar Salta, salta el payaso El payaso se cayó Sóbese, sóbese se lastimo Sóbese, sóbese se levanto
 

PERRITO POLICÍA
Mi perrito policía es un perro dormilón, no despierta aunque de cerca le toquemos el tambor. Pom pororom pom pom pom pom, pom pororom pom pom pom pom ¡Periito!
Habrán uno o dos niños que simulen ser perritos, los cuales deberán fingir que duermen, El resto de los niños cantarán mientras giran en torno a ellos (formados en una ronda). Cuando terminan de cantar, se acercan y palmean mientras le llaman, pero los perritos no despiertan, hasta que los niños aplauden por tercera vez. Los perritos policía se levantan, y al primer niño que atrapen le corresponderá ser el perrito policía.
 



MEMO EL GATO
Memo el gato se ha mirado en un espejo hace gestos, hace gestos Se da cuenta que esta todo despeinado y se peina, y se peina Hace cara de enojado y de contento esta llorando, esta sonriendo
 


FOCA RAMONA
La foca ramona trabaja en un circo con una pelota grandota y redonda la rueda hacia arriba, la rueda hacia abajo se sienta y saluda y come pescado y amm, amm, amm
  • Quién es un robot?
  • Quién es un robot? Yo soy un robot, muy inteligente con ojos de vidrio con luces de colores que prenden y apagan y miran a la gente que mueven sus brazos en todas direcciones
  • Quién es un robot? Juan es un robot, muy inteligente con ojos de vidrio con luces de colores que prenden y apagan y miran a la gente que mueven sus brazos en todas direcciones
  •  


MUÑECO DE CUERDA
Mi muñeco de cuerda no se quiere mover, es un poco perezoso pero lo tendrá que hacer le doy cras, cras, cras, le doy cras, cras, cras, salta,salta, mi muñeco, salta, salta, sin parar. La ra la la la la ra la la la La ra la la la la ra la la la La ra la la la la ra la la la Mi muñeco de cuerda no se quiere mover, es un poco perezoso pero lo tendrá que hacer le doy cras, cras, cras, le doy cras, cras, cras, salta, salta, mi muñeco, salta, salta, sin parar. Mi muñeco de cuerda no se quiere mover, es un poco perezoso pero lo tendrá que hacer le doy cras, cras, cras, le doy cras, cras, cras, salta,salta, mi muñeco, salta, salta, sin parar. La ra la la la la ra la la la La ra la la la la ra la la la La ra la la la la ra la la la Mi muñeco de cuerda no se quiere mover, es un poco perezoso pero lotendrá que hacer le doy cras, cras, cras, le doy cras, cras, cras, salta,salta, mi muñeco, salta, salta, sin parar
 

CUENTOS GUATEMALTECOS


La Rana que quería ser una rana auténtica
Había una vez una Rana que quería ser una Rana auténtica, y todos los días se esforzaba en ello.

Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada autenticidad.

Unas veces parecía encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la hora, hasta que se cansó de esto y guardó el espejo en un baúl.

Por fin pensó que la única forma de conocer su propio valor estaba en la opinión de la gente, y comenzó a peinarse y a vestirse y a desvestirse (cuando no le quedaba otro recurso) para saber si los demás la aprobaban y reconocían que era una Rana auténtica.

Un día observó que lo que más admiraban de ella era su cuerpo, especialmente sus piernas, de manera que se dedicó a hacer sentadillas y a saltar para tener unas ancas cada vez mejores, y sentía que todos la aplaudían.

Y así seguía haciendo esfuerzos hasta que, dispuesta a cualquier cosa para lograr que la consideraran una Rana auténtica, se dejaba arrancar las ancas, y los otros se las comían, y ella todavía alcanzaba a oír con amargura cuando decían que qué buena Rana, que parecía Pollo.


 



 EL ECLIPSE
Cuando Fray Bartolomé Arrazola se sintió perdido acepto que ya nada podría salvarlos. La selva poderosa de Guatemala lo había opresado, implacable y definitiva. Ante su ignorancia topográfica se sentó con tranquilidad a esperar la muerte. Quiso morir allí, sin ninguna esperanza, aislado con el pensamiento fijo en la España distante, particularmente en el convento de Los Abrojos, donde Carlos Quinto condescendiera una vez a bajar de su eminencia para decirle que confiaba en el celo religioso de su labor redentora.

Al despertar se encontró rodeado por un grupo de indígenas de rostro impasible que se disponían a sacrificarlo ante un altar, un altar que a Bartolomé le pareció como el lecho en que descansaría, al fin, de sus temores, de su destino, de si mismo.

Tres años en el país le habían conferido un mediano dominio de las lenguas nativas. Intento algo. Dijo algunas palabras que fueron comprendidas.

Entonces floreció en el una idea que tuvo por digna de su talento y de si cultura universal y de su arduo conocimiento de Aristóteles.

Recordó que para ese día se esperaba un eclipse total de sol. Y dispuso, en lo mas intimo, valerse de ese conocimiento para engañar a sus opresores y salvar la vida.

-Si me matáis -les dijo- puedo hacer que el sol se oscurezca en su altura.

Los indígenas lo miraron fijamente y Bartolomé sorprendió la incredulidad en sus ojos. Vio que se produjo un pequeño consejo, y espero confiado, no sin cierto desdén.

Dos horas después el corazón de fray Bartolomé Arrazola chorreaba su sangre vehemente sobre la piedra de los sacrificios (brillante bajo la opaca luz de un sol eclipsado), mientras uno de los indígenas recitaba sin ninguna inflexión de voz, sin prisa, una por una, las infinitas fechas en que se producirían eclipses solares y lunares, que los astrónomos de la comunidad maya habían previsto y anotado en sus códices sin la valiosa ayuda de Aristóteles

 




 EL BURRO Y LA FLAUTA
Tirada en el campo estaba desde hacía tiempo una Flauta que ya nadie tocaba, hasta que un día un Burro que paseaba por ahí resopló fuerte sobre ella haciéndola producir el sonido más dulce de su vida, es decir, de la vida del Burro y de la Flauta.

Incapaces de comprender lo que había pasado, pues la racionalidad no era su fuerte y ambos creían en la racionalidad, se separaron presurosos, avergonzados de lo mejor que el uno y el otro habían hecho durante su triste existencia.




El Conejo y el León
Un celebre Psicoanalista se encontró cierto día en medio de la Selva, semiperdido.
Con la fuerza que dan el instinto y el afán de investigación logró fácilmente subirse a un altísimo árbol, desde el cual pudo observar a su antojo no sólo la lenta puesta del sol sino además la vida y costumbres de algunos animales, que comparó una y otra vez con las de los humanos.
Al caer la tarde vio aparecer, por un lado, al Conejo; por otro, al León.
En un principio no sucedió nada digno de mencionarse, pero poco después ambos animales sintieron sus respectivas presencias y, cuando toparon el uno con el otro, cada cual reaccionó como lo había venido haciendo desde que el hombre era hombre.
El León estremeció la Selva con sus rugidos, sacudió la melena majestuosamente como era su costumbre y hendió el aire con sus garras enormes; por su parte, el Conejo respiró con mayor celeridad, vio un instante a los ojos del León, dio media vuelta y se alejó corriendo.
De regreso a la ciudad el celebre Psicoanalista publicó cum laude su famoso tratado en que demuestra que el León es el animal más infantil y cobarde de la Selva, y el Conejo el más valiente y maduro: el León ruge y hace gestos y amenaza al universo movido por el miedo; el Conejo advierte esto, conoce su propia fuerza, y se retira antes de perder la paciencia y acabar con aquel ser extravagante y fuera de sí, al que comprende y que después de todo no le ha hecho nada.
 




La sirena inconforme
Usó todas sus voces, todos sus registros; en cierta forma se extralimitó; quedó afónica quién sabe por cuánto tiempo.
Las otras pronto se dieron cuenta de que era poco lo que podían hacer, de que el aburridor y astuto Ulises había empleado una vez más su ingenio, y con cierto alivio se resignaron a dejarlo pasar.
Ésta no; ésta luchó hasta el fin, incluso después de que aquel hombre tan amado y deseado desapareció definitivamente.
Pero el tiempo es terco y pasa y todo vuelve.
Al regreso del héroe, cuando sus compañeras, aleccionadas por la experiencia, ni siquiera tratan de repetir sus vanas insinuaciones, sumisa, con la voz apagada, y persuadida de la inutilidad de su intento, sigue cantando.
Por su parte, más seguro de sí mismo, como quien había viajado tanto, esta vez Ulises se detuvo, desembarcó, le estrechó la mano, escuchó el canto solitario durante un tiempo según él más o menos discreto, y cuando lo consideró oportuno la poseyó ingeniosamente; poco después, de acuerdo con su costumbre, huyó.
De esta unión nació el fabuloso Hygrós, o sea “el Húmedo” en nuestro seco español, posteriormente proclamado patrón de las vírgenes solitarias, las pálidas prostitutas que las compañías navieras contratan para entretener a los pasajeros tímidos que en las noches deambulan por las cubiertas de sus vastos trasatlánticos, los pobres, los ricos, y otras causas perdidas.
FIN



martes, 23 de julio de 2013

trabalenguas infantiles

Pepe Pecas pica papas con un pico,
con un pico pica papas Pepe Pecas.
Si Pepe Pecas pica papas con un pico,
¿dónde está el pico con que Pepe Pecas pica papas?
 



 Si la bruja desbruja al brujo
y el brujo a la bruja desbruja,
ni el brujo queda desbrujado,
ni el brujo desbruja a la bruja.




 Papá ornitorrinco y
sus cinco ornitorrinquitos
recorren rincones sequitos
 



 Compró Paco pocas copas y,
como pocas copas compró,
pocas copas Paco pagó.




 Pablito clavó un clavito
en la calva de un calvito,
en la calva de un calvito
Pablito clavó un clavito.
 

chistes infantiles

El niño a su papá:
¡++Papá, papá, vinieron a preguntar si aquí vendían un burro!
+¿Y qué les dijiste, hijo?
Que no estabas


 



Estaban dos niños cada uno con un trompo y uno le dice al otro:
A ver, baila el trompo.
Y el otro le contesta:
No sabo.
El otro le dice:
No se dice "no sabo" se dice "no sepo".
En ese momento una señora estaba escuchando la conversación de los niños y les dice:
No se dice ni no sabo ni no sepo.
Los niños le preguntan:
Entonces, ¿Cómo se dice?
La señora les contesta:
No sé.
Y los niños le dicen:
Entonces, por qué se mete en lo que no le importa. 

 


Va el niño y le dice al padre:
Papá, me quiero casar con mi abuela.
Y el padre le dice:
¿Cómo te vas a casar con mi madre?
El niño le responde:
¿Y como tú te casaste con la mía y yo no dije nada?
 



 Pepito llega a su casa y le dice a su mamá:
Mami, aquí está mi boleta de calificaciones.
La mamá la toma, la observa y dice:
¿Quuueeee? ¡Estas calificaciones merecen una paliza!
El niño le contesta:
¿Verdad que sí mamá? ¡Vamos, yo sé dónde vive la maestra!
 



Llega un niño donde su mamá que esta embarazada y le pregunta:
Mamá, ¿Qué tienes en la panza?
Un niño.
¿Y quién te lo dio?
Tu papá.
Y el niño va corriendo donde su papá y le dice:
Papá, ¡No le andes dando niños a mi mamá porque se los come!




Poemas Infantiles

EL SAPO VERDE
Ese sapo verde
se esconde y se pierde;
así no lo besa
ninguna princesa.

Porque con un beso
él se hará princeso
o príncipe guapo;
¡y quiere ser sapo!

No quiere reinado,
ni trono dorado,
ni enorme castillo,
ni manto amarillo.

Tampoco lacayos
ni tres mil vasallos.
Quiere ver la luna
desde la laguna.

Una madrugada
lo encantó alguna hada;
y así se ha quedado:
sapo y encantado.

Disfruta de todo:
se mete en el lodo
saltándose, solo,
todo el protocolo.

Y le importa un pito
si no está bonito
cazar un insecto;
¡que nadie es perfecto!

¿Su regio dosel?
No se acuerda de él.
¿Su sábana roja?
Prefiere una hoja.

¿Su yelmo y su escudo?
Le gusta ir desnudo.
¿La princesa Eliana?
Él ama a una rana.

A una rana verde
que salta y se pierde
y mira la luna
desde la laguna.



EN MEDIO DEL PUERTO

En medio del puerto,
con velas y flores,
navega un velero
de muchos colores.

Diviso a una niña
sentada en la popa:
su cara es de lino,
de fresa, su boca.

Por más que la miro,
y sigo mirando,
no sé si sus ojos
son verdes o pardos.

En medio del puerto,
con velas y flores,
se aleja un velero
de muchos colores.

 

 EL AVE
El ave
para cantar
piensa en el mar.
Está enamorada la luna
de la canción encantada
del ave sobre mi cuna...
cuida mis sueños un hada.

Mi ave
es melodía
de cada día.




El mono remono


Una mona muy mona,
menuda monada,
mondaba maníes
mirando a la nada.

Y un mono remono,
menuda monada,
miraba a la mona
con cara embobada.

El mono tan mono,
menuda monada,
menea la mano
para saludarla.

La mona remona,
menuda monada,
mastica maníes
y no dice nada.

El mono remono,
menuda monada,
le ofrece mijo,
mango y manzana.

La mona muy mona,
menuda monada,
se da media vuelta
y no dice nada.
El mono con mono,
menuda monada,
triste merodea
hasta la alborada.

El mono tan mono,
menuda monada,
con cara de pena
vuelve a su morada.

 El mono remono

Los cuervos


Un cuervo iba volando
planeando sobre el cielo,
y mirando a tierra
vio un conejito en el suelo.

Sus movimientos miró,
notó que algo le ocurría,
y deprisa descendió
poniendo en peligro su vida.

Estaba herido y gemía,
lloraba con desconsuelo,
le dolía la patita
atrapada en aquel cepo.

Le consoló con palabras,
y de nuevo alzando el vuelo,
fue a buscar al nido ayuda
sin pensárselo un momento.

Al poco rato volvió,
con una bandada de ellos,
todos juntos con sus picos
lograron abrir el hierro.

“Muchas gracias pajaritos
bueno ha sido vuestro gesto,
no sabéis como agradezco
me hayáis librado del cepo.

Y prometo nunca hablar
de los cuervos malas cosas,
pues a pesar de su fama
me han demostrado otra cosa”.

 Los cuervos